Cadencia

"Quiero fundir en tu piel las raíces de mis nervios.

Con las cuerdas de tu traquea crearemos unos punteos,

tu voz rasgada nos dará una cruda y seca melodía

y la más leve brisa que te alcance el cuerpo

creará los sibilantes coros en la médula del hueso

para orquestar de ti la mas bella sinfonía.

Pero cercenada la ilusión por el despertar de un sueño

no me trae mas que el desahucio en mi fría alcoba

y quiebra la bandera una vez enarbolada de pasión

dejando paso a la incipiente realidad que mi consuelo roba.

Dividir la noche en dos y apropiarme de mi parte,

cabalgar a pelo el rayo de luz de luna indiferente,

dejar que mi mitad de viento me golpee y refresque

y disfrutar de paisaje robado de color para mi mente.

Ya no encenderé más vela para ti, ni para mí.

A mi guitarra siempre le faltará un traste

y a tu voz, a veces, siempre y nunca acertada, una nota

que buscaste a la ligera y por eso no encontraste.

Puedo vivir una aciaga felicidad con mi medio corazón amurallado,

puedo sobrellevar la vulnerabilidad que me has contagiado;

pero lo que no puedo es verte y no verte,

si te veo alcanzar a tocarte sin tocarte.

Cuando te toco sentir al no sentirte

y si digo algo decirlo y no encontrarte.

¿Cómo puedes haberte llevado el brillo de mis ojos

y ni siquiera saberlo y no tenerlo siempre encima?

¿Cómo puedes haberte llevado mi pasión y mi fuego

y no acordarte ni tenerle siquiera estima?

A la vista despunta el amanecer de una nueva soledad

la de aquel que ninguna otra cosa le vale

y si al huracanar compungido del recuerdo no sale

tener que vivir con la estúpida fría cordialidad.

La noche ya es negra entera, absolutamente completa.

Ya han robado todo, todo su color: tu.

Es hora de sumirse en sentimientos latentes,

cerrar los ojos y abandonarse a la quietud.

Ahora ya no hay noche, no queda, se ha gastado.

El tiempo hace mucho que te lo di en momentos míos.

La vida, un afán; y ahora llega el sueño buscado.

Quiero fundir en tu piel las raíces de mis nervios."